Números bien ajustados
Comisiones de ruralistas, técnicos y funcionarios buscan consenso para hallar el valor fiscal de la tierra; si no lo logran antes de agosto, se fijará la propuesta oficial, que marca significativos aumentos, lo que preocupa a los productores
Comisiones integradas por funcionarios provinciales, de los municipios con producción agropecuaria, dirigentes de las entidades gremiales del sector, martilleros, y agrimensores, entre otros, han comenzado la difícil tarea de consensuar criterios para el revalúo del impuesto inmobiliario rural bonaerense.
La tarea que desarrollan consiste en hallar un "valor óptimo" de la tierra, el que multiplicado por el coeficiente de ajuste (que surge de la declaración jurada de cada productor) dará como resultado la valuación. Luego el Gobierno bonaerense determinará la alícuota que quedará a consideración de la Legislatura.
El tributo no había sufrido modificaciones desde 1994. Pero teniendo en cuenta las condiciones macroeconómicas para 2003 "se dispuso un aumento provisional de un 50 por ciento en promedio", dijo a LA NACION el jefe de Asesores del Ministerio de Economía de Buenos Aires, Horacio Larcamón.