Cambio en las reglas de juego
La Unión Europea impuso luego de varias inspecciones mayores exigencias en cuanto a la documentación y la mitigación de riesgos de las plantas industriales; controversias por la gestión del organismo sanitario
El mar de fondo provocado por la inhabilitación de 17 frigoríficos exportadores para embarcar carnes a la Unión Europea (UE), adoptada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (Senasa) abrió el debate acerca de la política sanitaria argentina y el cambio de reglas de juego impuestas por los mercados externos. Los actores más importantes de la industria observan con inquietud el desenlace de los acontecimientos y temen por un eventual derrumbe de la credibilidad internacional del organismo sanitario.
Sobre un universo de casi 60 fábricas habilitadas, la baja de 17 parecería, a primera vista, menor, pero todo lo que encerró la decisión, la demora en la información; las implicancias sociales de los acontecimientos y las denuncias de "discrecionalidad" sumadas a la próxima adjudicación de la Cuota Hilton -fines de julio próximo-, propiciaron una serie de especulaciones. Sin embargo, el presidente del Senasa, Bernardo Cané, desestimó que hubiese pensado en renunciar -ver aparte- y expresó que cuenta con el apoyo del ministro de Economía, Roberto Lavagna, y del secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Miguel Campos.