Una plaga pone en jaque la producción de algodón

Es el llamado picudo. Apareció desde Paraguay. Dicen que fallaron los controles. Por este motivo deberán importar 45.000 toneladas de fibra.

10deJuliode2003a las08:41

Matías Longoni. DE LA REDACCION DE CLARIN.

Como si se tratara de un calco de la crisis de la fiebre aftosa, una temible plaga agrícola ingresó al país desde Paraguay y ahora pone en peligro la producción algodonera nacional, con epicentro en el Chaco. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) admitió ayer una crisis que ya lleva varios meses y que, según empresarios del sector afectado, tiene su origen en "controles que fallaron".

En el Boletín Oficial, mediante la Resolución 262/03, el SENASA declaró ayer el estado de "emergencia" en tres departamentos del Chaco (1° de Mayo, Bermejo y Libertad) ante la aparición del temible picudo del algodonero, la plaga más destructiva para el cultivo. Y lanzó una serie de medidas para intentar ponerle freno al avance del insecto, que podría ser el tiro de gracia para un cultivo que viene en caída libre hace años (ver infografía). La plaga, en rigor, aparece justo cuando la in dustria textil está en expansión y, como consecuencia de la caída de la producción local, deberá importar 45.000 toneladas de la fibra este año, por US$ 65 millones.

El Chaco, con 80.000 de las 147.000 hectáreas plantadas, es el corazón de la región algodonera. Allí el picudo no había podido ingresar, pese a que se había detectado en el norte de Formosa y se sabía que había focos en Paraguay y Brasil. El programa de prevención —que lleva varios años y es financiado por el sector privado— resultó efectivo hasta enero pasado.

Según Jorge Bartparonian, presidente de la Fundación de Lucha contra el Picudo (FULCPA), fue a principios de 2003 que se detectaron los primeros focos en las trampas diseminadas en territorio chaqueño, aunque el SENASA recién tomó medidas drásticas seis meses después.

"Esas trampas se controlaban cada 15 días, y si había ejemplares se desinfectaba toda la zona. Pero en enero las trampas no se revisaron, porque el Gobierno no giró los fondos y se les debía plata a los tramperos. Recién después de 45 días se dieron cuenta que había una infestación", relató.

Para la FULCPA, no hay dudas de que el origen de la plaga está en el departamento paraguayo de Ñeembucú, limítrofe la Argentina. Allí el SENASA había acordado con el vecino país realizar una amplia fumigación. Pero por falta de fondos, en 2002 limitó esa tarea a una franja fronteriza de sólo 20 kilómetros.

"Recién ahora se está trabajando. No sé si bien, pero seguro que tarde. La plaga ya se afincó, y en el Chaco hay millones de picudos", se lamentó Bartparonian.