ECOS . Qué pasará con la ganadería argentina, tras la declaración de "libre de aftosa"

El 9 de julio último, previo al primer viaje a Europa del presidente Néstor Kirchner, la Oficina Internacional de Epizootias confirmó la recuperación del rango de libre de aftosa, con vacunación, a los rodeos ganaderos nacionales.

14deJuliode2003a las09:01
Gladys de la Nova (*)

A menos de dos meses del inicio de su gestión, el Gobierno de Néstor Kirchner tiene mucho por reconocer a la producción agropecuaria nacional.
Sus principales colaboradores lo saben, y tras las buenas nuevas de días pasados para los mercados cárnicos, no pocos especulan ahora en que la tribuna de la Rural se transformará en plataforma de lanzamiento para realizar algunos anuncios favorables para la gente de campo.
El caso es que esta administración, entre dos fechas patrias, sólo recibió aportes y buenas noticias del agro nacional: el 25 de Mayo asumió con el respaldo del compromiso de la OIE, de restituir a la Argentina el rango sanitario perdido en la ganadería local y el 9 de Julio último, previo al primer viaje a Europa como Presidente del país, el organismo internacional confirmó la recuperación del rango de libre de aftosa, con vacunación, a la ganadería de estas tierras.

Rerservas Ganaderas.

No es un dato menor si se considera que la carne vacuna es el capital más competitivo con que cuenta el país, así como que ese reconocimiento de la OIE respalda la gestión de las autoridades sanitarias argentinas, otra posición a valorar, ya que coloca sobre el tapete una de las mayores necesidades sectoriales: que se impulse, desde el gobierno, el desarrollo y recuperación de las reservas ganaderas del país.
De esa decisión política, que llevarán luego a la cancha de juego los responsables de la SAGPyA, el Senasa y la cartera económica, dependerá el crecimiento de las exportaciones cárnicas y el ingreso a nuevas plazas demandantes en el mundo.
Bernardo Cané, desde el Senasa, dijo que ese incremento puede estimarse en alrededor de un 20/25 por ciento, frente a las ventas externas actuales del rubro, un guarismo que —pasado a números ciertos de ingresos— representaría entre 70 y 80 millones de dólares adicionales.
Eso sin considerar la recuperación de las plazas de Estados Unidos y Canadá.
De paso, recordó que el cumplimiento estricto de las tres “C” en el comercio mundial (calidad, cantidad y continuidad), incluye una cuarta “imprescindible” para Argentina: la de la “credibilidad”, que se perdió allá por el 2000 por culpa de la aftosa.
Asimismo, la resolución de la OIE jugará a favor de Argentina en numerosas plazas externas que esperaban luz verde desde el organismo internacional para digerir la confiabilidad sanitaria de la ganadería bovina nacional y, en esa línea de potenciales compradores están los del Caribe, Africa y Asia.

Otro ánimo.

Por otra parte, la medida también provocará reacciones favorables en las inminentes negociaciones que se esperan con Estados Unidos y Canadá, los dos mercados más demorados en reabrir sus plazas a las carnes argentinas.
Ahora, de cara al nuevo escenario que presenta el país, otro es el ánimo local para recibir las misiones que llegarán aquí en septiembre próximo para monitorear el funcionamiento de la industria frigorífica nacional, en una primera visita, y al ganado en pie, a los pocos días.
Sin embargo, y aunque la respuesta económica no sea inmediata para las arcas oficiales y de la producción, Cané, especialistas de la SAGPyA y el circuito cárnico local, destacaron que surge una veta comercial más relevante aún para la oferta cárnica nacional.
Sucede que la resolución de la OIE garantiza que la carne madurada y desosada no implica ningún riesgo para los consumidores y en ese punto se ubica el entusiasmo oficial y privado.
En la franja de los países que hasta ahora no hayan aceptado el riesgo mínimo y que siguen atados al