Optimismo de la Argentina en la OMC

Los negociadores destacaron que se consolidó el Grupo de los 22 ante las naciones más desarrolladas

16deSeptiembrede2003a las08:29
CANCUN, México.- La delegación de la Argentina se ocupaba ayer de rescatar los puntos positivos que obtuvieron el país y el resto de los que están en vías de desarrollo en la fracasada cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cerrada anteayer en Cancún.

El país escoltó a Brasil, China, India y Sudáfrica en el liderazgo del nuevo y poderoso grupo de los 22 productores agrícolas (G-22), que mantuvo una postura dura en los primeros días de la cumbre, pero en las últimas horas intentó sin éxito acercar posiciones con Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, los tres mayores bloques proteccionistas. El representante comercial norteamericano, Robert Zoellick, los acusó de cambiar de postura tarde.

Estados Unidos ansía una actitud más flexible de los países latinoamericanos en la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), prevista para 2005, pero aclara que está negociando 45 acuerdos bilaterales, ninguno de ellos con Brasil o la Argentina.

Las aspiraciones del Mercosur en el ALCA aparecen trabadas porque Estados Unidos sólo quiere discutir en la ronda de la OMC sobre sus subsidios agrícolas y sus normas antidumping (venta por debajo del costo, considerada competencia desleal) contra las importaciones.

La también llamada ronda de Doha difícilmente finalice, como estaba planeado, a fines del año próximo, por lo que la Argentina deberá seguir esperando más tiempo para la liberalización agrícola de Estados Unidos o Europa. Lo ventajoso para los sectores industriales más protegidos, como el automotor, indumentaria y calzado, es que la pretensión de Washington de abrir más el comercio de estos rubros también se postergará.

Flexibilidad

La Argentina fue vista por los analistas de la cumbre en un segundo escalón dentro del G-22, aunque visible, con un profesionalismo y una firmeza mayores que los de otras cumbres, pero con flexibilidad a la hora de buscar consensos. El canciller Rafael Bielsa calificó el último borrador de la declaración de la cumbre -la que nunca se emitió- como un punto de partida para el diálogo, mientras Brasil e India la tacharon de inaceptable. Sin embargo, los pies de la Argentina siempre estuvieron en el plato del G-22, frente a otros países que proponían ceder ante la presión a la que los sometió la diplomacia de la UE y Estados Unidos. Sólo se separó El Salvador.

En el final de la cumbre, cuando el G-22 dio su conferencia de prensa, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Martín Redrado, fue uno de los cinco designados para hablar.

El funcionario argentino destacó que por primera vez se consolidó un grupo de países que pudo hacer frente a Estados Unidos, la UE y Japón en materia agrícola.

Estados Unidos, la UE y Japón fracasaron en su intento de prorrogar la llamada "cláusula de paz", por la que vienen evitando que los países pobres y más eficientes en la producción agrícola, como la Argentina, los denuncien ante la OMC por los subsidios que distorsionan el comercio.

La cláusula vencerá a fines de año y las tres potencias querían extenderla mediante un apartado en la declaración de la cumbre.

El secretario de Agricultura, Miguel Campos, advirtió que las potencias insistirán con la prórroga en la reunión de viceministros de los 148 países socios de la OMC, que se celebrará el 15 de diciembre próximo en Ginebra, sede de la entidad.

Otro logro de la presión del G-22 residió en que la UE no pudiera hacer avanzar la negociación sobre una normativa de denominaciones de origen. Los europeos reivindican la exclusividad de los nombres de bebidas y comidas típicos de ciertas regiones, como el champagne, la mozzarella di búfala, el roquefort o el vino de La Rioja española.

Por Alejandro Rebossio
Enviado especial