La "vaca loca" golpea al comercio de EE.UU.
Otros tres países, Jordania, el Líbano y El Salvador, cerraron ayer sus fronteras a las carnes norteamericanas ante el temor generado por la aparición del primer caso de encefalopatía espongiforme bovina (BSE, según sus siglas en inglés) o "mal de la vaca loca", en los Estados Unidos.
Ya suman más de 30 las naciones que decidieron suspender las compras de carnes de ese país para sustituirlas, preferentemente por productos de Australia y de Nueva Zelanda.
Más del 90% de los mercados internacionales para las carnes norteamericanas fue vedado, con lo cual se afectarán exportaciones por 3500 millones de dólares, a lo que se sumaría una pérdida potencial en el sector ganadero primario de unos US$ 2000 millones el año próximo. Al mismo tiempo crece el temor porque una parte de la carne bovina infectada con el "mal de la vaca loca", una enfermedad mortal que se contagia al ser humano, habría sido distribuida en los Estados de Alaska, Hawai, Idaho, Montana, Oregon, California, Nevada y el territorio de Guam, en el Pacífico, además de Washington, donde apareció el primer caso de una vaca de la raza Holando con signos de la enfermedad.