El cultivo de trigo y la siembra directa

El factor clave para alcanzar mejores resultados en la agricultura de secado es tratar de maximizar el uso del agua de lluvia por parte de los cultivos.

10deFebrerode2004a las08:44

Si tenemos en cuenta que el agua de lluvia debe infiltrarse en el perfil de suelo y luego ser absorbida por el sistema radicular para su utilización en el resto de la planta, surge la importancia de favorecer la mayor acumulación de agua y así tender a mantener una adecuada disponibilidad hídrica durante el mayor tiempo posible.

La acumulación de agua en el suelo no solo depende de la capacidad de retención que es característica de cada tipo de suelo, sino también de la velocidad de filtración del agua de lluvia. La técnica de siembra directa tiene un impacto directo sobre la capacidad de infiltración del suelo, debido a que modifica favorablemente algunos factores que actúan sobre ella, como son la permanente cobertura con rastrojos y la acumulación de residuos orgánicos en los primeros centímetros de suelo.

El cultivo de trigo contribuye a la sustentabilidad de esta modalidad de producción ya que realiza un importante aporte a la cobertura de suelo con sus residuos de cosecha y tipo de sistema radicular.

En general la cantidad de rastrojo que aporta un cultivo de trigo depende más del rendimiento obtenido que de la variedad. Sin embargo a igual rendimiento, hay algunas variedades de siembra temprana que tienden a dejar mayor cantidad de rastrojo. Los residuos de cosecha de trigo además quedan distribuidos en forma homogénea en la superficie del suelo y se caracterizan por su durabilidad en el tiempo, favorecida por su alta relación C/N y contenido de lignina.