Todos coinciden el trigo esta en el limite de la rentabilidad
Como estudiando a su “víctima”, la cosechadora se desplaza lentamente por el camino que corre paralelo a un campo de trigo en el área rural de Tancacha. El viento peina las espigas de los lotes que, con buenos antecedentes en rotación y fertilización, marcan la diferencia en la zona...
Pero todos saben que la ecuación económica está lejos de la ideal. En el mejor de los casos, apenas alcanzará para arañar el umbral de la rentabilidad. Y es que los costos de producción, sumados a los gastos de cosecha, amenazan con transformarse en una sombra más que preocupante frente a la caída de los precios y los bajos rindes de la actual campaña.
“Con suerte se van a salvar los costos”, opina Eduardo Spesia, productor y asesor de la cooperativa Agricultores Unidos. Su posición se basa en que los costos del actual ciclo están un 30 por ciento por encima del año pasado. Lo que más pesó en el incremento fueron los fertilizantes, agroquímicos, combustible y mano de obra, en ese orden.
En los próximos días, la columna de débitos sumará los montos para levantar la cosecha y transportar el cereal, los dos eslabones que seguramente sufrirán reajustes sobre el final de la cadena. Para quien cuenta con sus propias máquinas, se habla de un piso de 30 pesos por hectárea para el rendimiento promedio de la zona (14 quintales por hectárea). Pero si contrata esa labor, la erogación trepa a 70 pesos, aunque la presión de las negociaciones haría descender ese valor. “Se habla de todo un poco, pero podría rondar entre 50 y 60 pesos”, apuntó Spesia.
A ese valor hay que agregar el transporte. De acuerdo a los números que se barajan, un flete corto de 30 kilómetros cuesta 8,80 la tonelada, mientras que por un traslado a Rosario se pagan 40 pesos por tonelada.