Roya de la soja: el año de la verdad.
Luego de dos años con ataques no demasiado importantes, el avance de la enfermedad, que afecta a la oleaginosa, dependerá de la evolución del clima en los próximos meses...
Después de dos campañas con anuncios de ataques fuertes que al final no se terminaron de producir, al menos como lo esperaban los especialistas, la temible roya asiática de la soja se enfrenta este ciclo "al año de la verdad", que definirá si la enfermedad puede representar un problema serio para la Argentina o, en cambio, sigue con su actual patrón de comportamiento, con una presencia tardía sobre el cultivo y de baja importancia.
En la campaña pasada, la roya asiática de la soja apareció a nivel país 37 días antes que en el ciclo 2003/2004 y logró avanzar, aunque con una incidencia y severidad menor de lo que se esperaba, hacia regiones donde no había estado antes, como la denominada zona II de monitoreo, conformada por Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y el centro sur de Santa Fe. En este ciclo, el primer caso en un lote comercial se detectó hace unos quince días en San Carlos, en el nordeste de Corrientes. En comparación con la campaña anterior, la aparición de la enfermedad en cultivos que están entre R 3 a R 6 (de inicio formación de vainas a plenitud de llenado de granos) se adelantó una semana, aproximadamente.
Ahora, en lo que queda de la campaña, el clima va a ser decisivo para conocer la suerte de la enfermedad, que ya ha logrado avanzar en el Paraguay y el centro de Brasil. "Si la temporada viene húmeda, la enfermedad podría manifestarse antes y agravarse en los estados más sensibles (de R1 a R5). En cambio, si es seca, se repetiría la situación del año pasado", afirmó Pablo Cortese, director de Vigilancia Fitosanitaria del Senasa.