Chile, dividido por un proyecto hidroeléctrico

El plan que prevé la construcción de cuatro embalses para atacar el problema energético del país, inundará parques nacionales y reservas naturales de la patagonia chilena. La inundación está en juego. Nuestros paisajes cambiarán irreversiblemente, dicen ambientalistas. ¿Y qué pasa con los costos ambientales y sociales de que Chile no tenga energía?, replica el gobierno.

20deDiciembrede2006a las08:12
Las aguas increíblemente luminosas y de color turquesa del río Baker corren, por ahora, libremente a través de rocosos cañones en el extremo sur de Chile. Pero este paisaje no permanecerá incólume por mucho tiempo, si avanzan los planes para un proyecto hidroeléctrico de 4.000 millones de dólares, que inundará cerca de 90 kilómetros cuadrados de terreno.

Los ambientalistas se han levantado en armas. Aunque Chile enfrenta serios desafíos para cumplir con las crecientes demandas de energía, argumentan que las represas no son la respuesta, y arruinarán el potencial turístico de la zona, donde la mitad del territorio está ocupado por parques nacionales y reservas naturales.

"La inundación de la Patagonia está en juego. Nuestros paisajes cambiarán irreversiblemente", dijo Sara Larraín, directora de Chile Sustentable y ex candidata presidencial, quien también objeta la línea de transmisión de 2.000 kilómetros, cuyas torres pasarán a lo largo de todo el país hasta Santiago, donde se consumirá la energía.