Los alquileres vienen con reajustes
Los valores más altos llegan a 20 quintales. Advierten sobre su incidencia en los márgenes.
La aceleración de los tiempos tiene en el mercado de la tierra de terceros a su principal disparador. Por tratarse de un bien escaso y con alta preferencia, las negociaciones entre los dadores de alquileres y los productores ya comenzaron a cerrarse. Los primeros acuerdos se rubrican con aumentos en quintales de soja por hectárea de entre cinco y 10 por ciento.
El ajuste encuentra su fundamento en varios frentes: el alto precio de la soja, la mayor productividad por hectárea, el temor a perder el campo en manos de otro productor, la ausencia de mejores alternativas en dónde invertir el dinero.
Con esta última actualización, el precio en la zona núcleo de la provincia trepó hasta los 20 quintales por hectárea. El valor fijo por hectárea, pagado de contado en forma anticipada, es la modalidad más difundida.