La renta del sector le hace sombra a la protesta
La protesta del campo, que recrudeció esta semana y aún no tiene un horizonte de solución, dejó al descubierto las contradicciones que aún conviven en una Argentina que hace apenas seis años pudo remontar una de las crisis económicas y sociales más agudas de su historia.
Con posiciones indeclinables de uno y otro lado, el camino al consenso parece cada vez más lejano y mucho más cuando el mandato de la dirigencia (en este caso agropecuaria) no pudo contener las muestras espontáneas de las bases que, como en 2001 y a puro cacerolazo, se expresaron más allá de los encuadramientos políticos o sindicales.
La reacción expresada en masivos y conflictivos cortes de ruta no logró que la mayoría de la opinión pública asumiera esa protesta como propia, entre otras cosas porque se trata de un sector que viene de varios años de rentabilidad y que no siempre se mostró tolerante con reclamos que usan esta misma metodología.