Alerta por la suba de los alimentos
El Banco Mundial advirtió que requerirá "medidas drásticas, que no pueden esperar"
Si un año atrás la reunión conjunta de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial fue acaparada por la crisis que concluyó con la caída de un defenestrado Paul Wolfowitz por una cuestión de polleras, esta vez la atención se concentró en una realidad muy distinta, de muchísima mayor gravedad.
Es la peligrosa combinación de una desaceleración económica mundial combinada y potenciada por los precios ascendentes de los alimentos y el petróleo.
Esa es la realidad que sintetizó ayer el sucesor de Wolfowitz al frente del Banco Mundial, Robert Zoellick, al graficar que el mundo afronta una "crisis alimentaria" que requerirá medidas drásticas "que no pueden esperar", ni siquiera hasta junio próximo, cuando se reúnan los líderes del Grupo de los Ocho (G-8, que agrupa a los países más desarrollados) en Japón.