Cristina retoma el ataque al campo y desoye los llamados al diálogo

El Gobierno retomó el plan de confrontación y dejó de lado los pedidos de la Iglesia y Binner para negociar una solución. Se complica el abastecimiento por los cortes de rutas.

06deJuniode2008a las07:19

El Gobierno volvió a apostar ayer a la estrategia de confrontación en el enfrentamiento con el campo. Ni la inminencia de un cuadro de desabastecimiento de alimentos básicos, ni los contundentes llamados a la conciliación lanzados por la Iglesia y el gobernador Hermes Binner, ni el colapso total de las principales rutas del país sirvieron para forzar un cambio en postura oficial y favorecer el retorno a la senda del diálogo. Hubo sí un cambio en el discurso presidencial, pero marcado por un endurecimiento que realimentó el malestar de los productores y sembró más dudas sobre la posibilidad de poner punto final al conflicto que está a punto de cumplir 3 meses.

“Sólo pueden darse el lujo de estar 90 días sin trabajar los que han acumulado mucha riqueza”, lanzó la presidenta Cristina Fernández desde el palco de un acto en La Matanza. La frase, que adornó con una referencia crítica a la “avaricia que congela el corazón y no deja ver el sufrimiento de los pobres”, marcó un quiebre con sus últimos discursos en que solo se refirió en forma elíptica al conflicto agropecuario y parece anticipar una reformulación de la estrategia kirchnerista, en el sentido de dejar atrás la apuesta al desgaste de los ruralistas para reincidir en un plan de confrontación más directa.