Las vacas que mueren de sed y hambre

Se estima que en el departamento 9 de julio perdieron 30.000 cabezas. Los animales se mueren porque no tienen agua ni pasto. Los productores dicen que es la peor sequía que recuerdan y advierten que cuando el invierno apriete van a "caer" más animales.

07deJuliode2008a las13:24

"La Revancha" es un campo que está 30 kilómetros al este de Pozo Borrado. Es un paisaje mixto, en el que se mezcla el monte del algarrobos y quebrachos, con los espartillos y tacurús que caracterizan a los Bajos Submeridionales.

En el campo hay miles de animales y todos tienen sed porque hace meses que no llueve "en serio". El agua de la primera aguada no sirve. Las vacas la miran pero no la toman. Es demasiado salada.

Los animales no se resignan. Se quedan ahí, "esperando" a la sombra de los árboles -porque aquí hace mucho calor-, rodeadas de huesos, vacas muertas y caranchos. "Si no llueve están todas condenadas", sentencia Gustavo Giailevra, presidente del Comité de Cuenca de Pozo Borrado. Tiene razón. El pozo y la represa están secos. El molino se mueve pero no saca una gota de agua.

Un kilómetro más al este hay otra aguada que por ahora sirve. La escena se repite. Cientos de huesos desparramados, cadáveres de vacas recién muertas y unos diez rapaces que están "carancheando". En el medio de la aguada hay un ternero de tres meses con el agua al cuello.