Con el apoyo de Cobos, Cristina logró que el Congreso avale el despido de Redrado

Habían pasado las 9 de la noche cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió de manos del secretario parlamentario del Senado, Juan Estrada, las 70 páginas que contenían el consejo de la comisión parlamentaria sobre la situación de Martín Redrado. Cristina se había quedado en la Casa Rosada después de hora esperando un veredicto que sabía favorable. Por mayoría de dos votos contra uno el cuerpo le manifestó su apoyo a la remoción del ex jefe del Banco Central. El dictamen clave a favor de la postura del Gobierno resultó ser el del vicepresidente Julio Cobos, quien a pesar de haber tenido dudas durante la tarde respecto de su decisión, se inclinó finalmente por la destitución. Acompañó así el voto del kirchnerista Gustavo Marconato, aunque en los documentos anexos al consejo expresó argumentos casi calcados de los del cívico Alfonso Prat-Gay, quien votó en soledad por sostener al funcionario.