Protesta brasileña por el freno a la importación de alimentos
Lo hizo la poderosa cámara industrial FIESP, además de la asociación de productores rurales y los fabricantes del sector. Reaccionaron así a las restricciones que impulsa el secretario Moreno. Y señalaron que Lula podría tomar represalias.
La reedición de disputas comerciales con Brasil, originadas en políticas del gobierno argentino, volvió a empastar las relaciones entre ambos socios. Empresarios brasileños, con la poderosa Federación de Industrias de San Pablo a la cabeza, ayer no ahorraron protestas contra las medidas restrictivas que impulsa el secretario de Comercio Guillermo Moreno, y que podrían trabar las exportaciones de productos alimenticios brasileños. "Contrarían los permanentes esfuerzos para la construcción de un diálogo positivo en las relaciones entre los dos países" advirtió la FIESP.
La entidad, que alberga a 37% del PBI industrial brasileño, se quejó que las medidas en cuestión violarían el acuerdo entre los presidentes Lula da Silva y Cristina Kirchner adoptados en noviembre pasado. Hasta anoche, el gobierno de Lula da Silva se mantenía en silencio. Tanto en Itamaraty (sede de la diplomacia brasileña) como en el ministerio de Desarrollo e Industria conducido por Miguel Jorge, dijeron que habían sido notificados sobre ninguna medida restrictiva.