Manejo con barbecho químico corto

Para un tratamiento próximo a la siembra, se aconsejan productos selectivos en mezclas con glifosato.

10deSeptiembrede2010a las07:57

En poco tiempo, comenzará la siembra de los cultivos de verano. Si bien los lotes se observan con menos malezas que otros años, cuando comience el período lluvioso el panorama actual cambiará y las malezas, como siempre, serán las principales “enemigas” de los productores.

Como regla general, es preferible controlarlas antes del mes de julio porque hasta ese momento suele haber suficiente humedad edáfica; las temperaturas todavía no son tan bajas y las malezas aún en su período juvenil poseen un tamaño ideal para su control. En este contexto, los herbicidas accionan muy bien y se logra mantener los campos limpios o relativamente libres de malezas hasta cerca de las futuras siembras. Sin embargo, esto ya es historia para aquellos productores que todavía no comenzaron con el barbecho químico y tienen sus lotes enmalezados.

El daño está hecho. A fines de agosto, principio de septiembre, los suelos están secos y, en general, las malezas que germinan durante el otoño ya están en plena floración y fructificación, con lo cual el control se torna más dificultoso y/o costoso. A su vez, los daños ya fueron realizados de diversas maneras, a saber: consumieron gran parte del agua y nutrientes del suelo que podrían haber sido aprovechados por los cultivos a sembrar y seguramente ya aportaron nuevas semillas al suelo, que nacerán en ésta o en la próxima campaña. Además, los restos controlados o semicontrolados de malezas grandes podrían dificultar las tareas de siembra.