El riesgo país bajó casi 30% pero la política aún es un salvavidas de plomo
El canje de deuda, el mayor apetito por deuda emergente y los recientes acercamientos con el Club de París y el FMI le dieron impulso a los bonos, que subieron 52% en promedio para los emitidos en pesos. Sobresalieron los cupones atados al crecimiento, que ganaron más de 200%.
El 2010 fue sin dudas el año en el que finalmente los indicadores de riesgo de la Argentina, aún altísimos, comenzaron a estar más en línea con la realidad local. El riesgo país, el índice que elabora el JPMorgan y que mide la sobretasa que debe pagar el país por encima de un bono del Tesoro de EE.UU., cede este año 27%. Llegó a estar cerca de los 900 puntos a finales de mayo y ahora se encamina a cerrar el año consolidándose por debajo de las 500 unidades.
El dato es positivo, si bien el país continúa pagando una sobretasa muy superior a la de otros países de la región: Brasil tiene un spread de 175 puntos, Perú de 160 puntos y Uruguay de unos 180 puntos. Pero en el caso de Brasil y Perú (economías con grado de inversión), por ejemplo, vieron una reducción de entre 8% y 4% respectivamente este año. De hecho, el riesgo país local es uno de los que más bajó en el año después de Ucrania (la otra apuesta de alto voltaje que buscaron los inversores dentro del universo emergente).