De un comienzo errático a un final a toda orquesta - Por Leandro Gorrín (*)
El año había arrancado mal, pero la intensa demanda desde China, el papel de los fondos especulativos y la influencia de La Niña apuntalaron los precios.
e3 vlllllllllllº1.Está por concluir un nuevo año calendario y, como es costumbre, se suelen repasar los hechos más importantes ocurridos en el transcurso del mismo. 2010 arrancó mal para los mercados agrícolas desde el punto de vista de los precios, los cuales estuvieron prácticamente “planchados” a lo largo del primer semestre.
Lo opuesto se daba desde lo productivo, ya que se alcanzaba una cosecha récord de soja a escala global y una de las más altas de la historia en maíz. Para completar el panorama, la crisis financiera se hacía sentir fuertemente en algunos países europeos, lo que dilataba el proceso recesivo que venía arrastrando la economía mundial desde hacía un par de años. El dólar se fortaleció a raíz de estos sucesos y condicionó aún más negativamente el comportamiento de las cotizaciones.
Al promediar el año, una severa sequía en la zona del Mar Negro provocaba un rally en los precios del trigo que, moderadamente, contagió a los demás mercados para comenzar a revertir las bajas. El clima también jugó su carta en Estados Unidos, donde los cultivos comenzaron a evolucionar desfavorablemente en los meses previos a la recolección. La cosecha de granos gruesos en ese país no fue tan grande como se esperaba y esto ayudó aún más a sustentar lo que todavía en ese momento era una tímida suba.