El maíz en floración necesita agua
En algunas zonas, la lluvia caída hasta el miércoles fue insuficiente. La alta temperatura agrava el escenario.
En la región pampeana se vivió una semana con jornadas calurosas y secas. Fue como consecuencia de ubicarse sobre ella un sistema de alta presión que impedía el ingreso de nuevas masas de aire. Sólo ocurriendo algunas precipitaciones de tipo convectivas que entregaron chaparrones muy sectorizados o localizados, en ocasiones acompañados por muy fuertes ráfagas de vientos, como sucedió en Piquillín. Las lluvias se focalizaron sobre el centro de Córdoba y, con mayores milimetrajes, en el nordeste de Entre Ríos. Esos aportes, si bien fueron bienvenidos, prontamente se vieron minimizados como consecuencia de las muy altas temperaturas, tanto máximas como mínimas, que se instalaron y perduraron a lo largo del período que se informa. Como consecuencia de ello, la oferta de agua para las producciones en marcha y para las que se encuentran en vías de instalación, sigue siendo muy acotada. El agua es necesaria para los maíces que están en floración, para la soja, que está en progreso vegetativo, y las forrajeras en general. También se necesita para avanzar con la siembra de maíces y sojas de segunda.
En la provincia. Traslasierra. Hubo lluvias generales, dispersas y de bajos milimetrajes (cuatro a ocho milímetros), a excepción de Pocho, Salsacate y otras localidades que recibieron entre 15 y 25 milímetros. El descenso de temperatura hizo menos agresivo el ambiente para los cultivos de verano en marcha. La oferta de forraje, que venía con altibajos primero por la sequía y luego por los fríos y heladas de los primeros días de diciembre, ahora también se van reponiendo. Los cortes de alfalfas bajo riego se siguen apurando. Se colocan con buen ritmo rollos y fardos en establecimientos de la zona y en otras provincias complicas por la sequía.