El país vivió un año de fiesta financiera
La hiperliquidez mundial, el crecimiento argentino y la estabilidad cambiaria facilitaron el fenómeno, con ganancias del 50 al 200%.
Por segundo año consecutivo, quienes apostaron por el riesgo argentino tienen el privilegio de contarse entre los inversores que mejores retornos recibieron en todo el mundo. En el contexto de un modelo que el Gobierno insiste en calificar de "industrialista", las inversiones en activos financieros produjeron aquí ganancias que promediaron el 50%, en el caso de las acciones, o hasta cuadruplicaron ese margen, en el caso de algunos títulos de la deuda soberana.
Las cuentas, previsibles por los sucesivos récords que en las últimas semanas venían marcando la Bolsa y los precios de algunos bonos, pudieron comenzar a cerrarse ayer apenas la plaza local dio por finalizada su actividad 2010, en una jornada en la que los precios se mostraron planos y las operaciones apenas apuntaron a rebalancear carteras de inversión de cara al año que se inicia.
El balance se ve inmejorable: la Bolsa se colocó por segundo año consecutivo entre las cinco más rentables del mundo, al entregar una ganancia que, medida en dólares, arañó el 50%. (Venía de obtener una ganancia del 95,2% el año previo.)