Los inversores, cada vez más inquietos por el futuro de la deuda de EE.UU.
Hay temor de que los bonos del Tesoro dejen de ser libres de riesgo. Moodys y S&P amenazaron con bajar la nota si el gobierno no reducía su gasto público. El mayor fondo de inversión del mundo acaba de anunciar que se desprendió por completo de su cartera de estos títulos.
Como si se tratara de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en la cubierta del Titanic, Barack Obama y Ben Bernanke, presidentes de EE.UU. y de la Reserva Federal respectivamente, podrían estar reviviendo una vez más la tragedia del mayor transatlántico de la historia, momentos antes de que chocara contra el iceberg. Porque el barco de la deuda pública, que ya supera los u$s 14 billones (unos u$s 45.000 por habitante) y que casi equivale al 100% del PIB de EE.UU., corre peligro de naufragar, algo que hasta ahora parecía imposible, como en su momento ocurrió con el Titanic.
Las dos principales calificadoras de riesgo (Moodys y Standard & Poors) han advertido recientemente del riesgo de que se reduzca la calificación libre de riesgo de la deuda estadounidense, mientras que los inversores están cada vez más inquietos por el futuro de sus tenencias en Bonos y Letras del Tesoro. Encima, el mayor fondo de inversión del mundo especializado en deuda, Pacific Life Investment Management Company (Pimco), dirigido por el gurú financiero Bill Gross, anunció la semana pasada que se había desprendido por completo de su cartera de Bonos del Tesoro, valuada a fines de 2010 en u$s 53.000 millones. Suficiente información como para poner nerviosos a todos los operadores e inversores, empezando por el gobierno chino, el mayor tenedor de deuda estadounidense del mundo.