La OTAN asume el comando en Libia

Turquía levantó su veto y finalmente la organización atlántica podrá hacerse cargo de la campaña aérea "el lunes o martes próximos".

25deMarzode2011a las15:33
Después de casi una semana de fuertes desacuerdos entre sus miembros, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció ayer que el lunes o martes próximos reemplazará al gobierno norteamericano en el control de la operación aérea que los aliados -Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia- lanzaron contra el régimen del líder libio, Muammar Khadafy, la semana pasada.

"Los países de la OTAN acordaron tomar el relevo el lunes o el martes", indicó anoche el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen. Horas antes, el canciller turco, Ahmet Davutoglu, había anunciado que había dado su aval a que la alianza se ocupase de esa tarea.

Hasta ahora, Turquía, único país de mayoría musulmana miembro de la OTAN, se oponía a la zona de exclusión aérea en Libia, ordenada la semana pasada por las Naciones Unidas (ONU) para proteger a los civiles libios de la represión lanzada por Khadafy contra la revuelta que comenzó en febrero.

Ankara fundamentaba su rechazo en el temor a que la ofensiva aliada incrementara las víctimas civiles en lugar de evitarlas y reclamaba que se excluyeran de la misión los bombardeos a objetivos terrestres.

Al respecto, Davutoglu dijo ayer que tal condición "se cumplió" y que la "coalición va a abandonar su misión lo más rápido posible" para dejar el comando a la OTAN.

Con esta modificación, la misión militar de la Alianza Atlántica no podría bombardear, en teoría, el cuartel general de Muammar Khadafy en Trípoli, tal como lo hizo hace unos días la operación aliada.

Hasta ahora el premier turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, se había mostrado muy crítico de la misión aliada y había justificado el bloqueo de su país al liderazgo de la OTAN al afirmar: "Turquía nunca apuntará un arma al pueblo libio".

También se había molestado porque el presidente francés, Nicolas Sarkozy, no había invitado a los dirigentes turcos a participar en la cumbre de París, el sábado pasado, para decidir el inicio de la operación Odisea del Amanecer.

Ayer, después de dar su apoyo a la OTAN, Ankara decidió aportar un tercio de su flota (cuatro fragatas, un buque de apoyo y un submarino) a la operación naval para aplicar el embargo de armas, en la única acción iniciada hasta ahora por la Alianza en Libia.

La transferencia del comando de operaciones a la OTAN constituye un triunfo diplomático para el presidente norteamericano, Barack Obama. El mandatario procuraba que su país no quedara nuevamente en el centro de las críticas internacionales, tal como le sucedió tras la invasión de Irak en 2003, en momentos en que el régimen de Khadafy insiste en que la incursión aliada ocasiona decenas de víctimas civiles.

Pero la iniciativa de Obama, apoyada por Gran Bretaña, Italia, Canadá, Dinamarca y Noruega, no sólo había sido bloqueada por Turquía: también había ocasionado resquemores en Francia. París, que de todos modos aceptó anteayer que la alianza jugara un "rol clave" en la ofensiva contra las fuerzas de Khadafy, había manifestado que un papel demasiado importante de la alianza podría causar rechazo del mundo árabe.

También reclamó que el mando político de la intervención recayera en un grupo de países occidentales, árabes y africanos. Una reunión de ese grupo está prevista el martes en Londres, convocada por los gobiernos británico y francés.

Según anticiparon fuentes diplomáticas, las divergencias remanentes en el seno de la OTAN podrían resolverse con la creación de dos grupos: uno que participaría en acciones ofensivas contra Khadafy y otro que se quedaría al margen. Entre estos últimos figuraría Alemania, opuesta a la intervención.

En realidad, se trata de un comp