Lejos del pánico, los sojeros argentinos frenan las ventas y arman su estrategia
Con más soja en los silos que en la crisis de 2008, los productores planificaron sus ventas locales, se cubren de las bajas en el exterior y no temen, por ahora, tener que malvender."Ningún refugio parece seguro", disparó un analista de granos ayer, en plena vorágine, de frente a las pantallas de indicadores que se cubrieron de números rojos.
La soja imitó el comportamiento del petróleo (WTI), que cayó 6,68%, y se alejó de la suba del 4% del oro. Perdió más de u$s 8 en una jornada y se arrimó a los u$s 480, abandonando la marca de los u$s 500 que tuvo hasta la semana pasada.
Lejos del pánico, los productores argentinos, que hoy tienen 43% de su soja sin precio fijado, no concretaron ventas ayer en la plaza local, donde los compradores ofrecieron $ 1.270 por tonelada. “No hubo operaciones en la rueda local”, explica la corredora Intagro, “ya que los vendedores estuvieron interesados en entregar a un mínimo de $ 1.300”.
“Cabeza fría”, explica la analista de la firma, Flavia Rossi, quien agrega que los productores “no sólo están atentos a las oportunidades de subas para flexibilizar las ventas, sino que se nota mayor nivel de objetividad a la hora de capturar ganancias a la baja”.