Sin tractores por impedimentos oficiales, se deteriora el comercio
Desde principios de año existe en el mundo industrial una nueva preocupación, la de las licencias no automáticas. Sumados a los trámites automáticos previos a las exportaciones e importaciones, se añadió desde el verano el condimento de las Licencias No automáticas (LNA), que están dilapidando las estructuras de producción y comercio local, afectando en gran medida a todo lo ligado al sector agropecuario.
Son ya muchos los productos afectados por LNA, debiendo su importador realizar un trámite previo ante las autoridades administrativas pertinentes, quienes estudiarán si es conveniente o no otorgar la autorización. Formalmente la autoridad de aplicación cuenta con 30 días a partir del ingreso de la solicitud para revisar la licencia en forma individual, pero en caso de que decida reunir varias solicitudes y analizarlas conjuntamente, podrá tomarse 60 días para decidir si las acepta o no.
Desde el Gobierno sostienen que esta medida ayuda a proteger a la industria local, a mantener el nivel de empleo y a no afectar el Plan de Reindustrialización iniciado por la administración kirchnerista. El Ministerio de Industria se refirió al objetivo de esta resolución, explicando que no hace más que defender al mercado interno de la competencia desleal. La ministra Débora Giorgi fundamentó que las nuevas licencias se aplican sobre productos que se fabrican en el país y que merecen ser protegidos porque han hecho inversiones para ganar competitividad, sustituyendo importaciones, que es lo que se busca como efecto de fondo. Además, aclaró que las excepciones estarán debidamente contempladas para evitar inconvenientes en el normal abastecimiento de la cadena productiva.