Por la fuga de divisas, aparecen síntomas de desaceleración en el consumo
El Central sacrifica dólares y tiene menos artillería para sostener la expansión monetaria y del crédito, que aún avanza a paso firme. La economía ya se mueve a dos velocidades.
Mientras el consumo se muestra cada vez más heterogéneo y algunos sectores comienzan a detener su expansión, la fuga de divisas crece y agrega incertidumbre al motor interno de la economía, en momentos en que la crisis global siembra dudas sobre la evolución del consumo interno. Así se desprende de varios análisis privados, que hacen hincapié en que la dolarización de carteras comienza a afectar al mercado interno.
Un informe de la consultora Melconian & Santangelo alertó que con una fuga de divisas de u$s 3.000 millones o más, como la que observa desde agosto, el consumo y la actividad sufren invariablemente, ya que al Banco Central le será prácticamente imposible sostener en el futuro el 40% de expansión monetaria actual.