La olla a presión del nuevo dólar intervenido

“En vez de articular soluciones a una situación, combaten una percepción, transformando esa situación en un problema. No tenías problema cambiario y lo generaste. No tenías problema monetario y lo generaste. No tenías problema de tasas y lo generaste”, resumía este fin de semana un hombre fuerte de la city. Así están los ánimos en el mercado.

31deOctubrede2011a las08:01

“Parece que agarraron el manual de lo que hizo Venezuela y lo están aplicando acá. Cuanto más ahorques el flujo, más demanda y más inestabilidad generás. Esto es tapar el sol con la mano. Si no empiezan a operar orgánicamente, van a provocar efectos muy nocivos”, decía otro hombre del mercado el domingo por la tarde con ruido de familia y pileta de fondo.

Tampoco faltaba ayer el que recordaba tiempos redradianos, con manejos de mercado mucho más afilados. “Lo que hubiera hecho Redrado es llevar el dólar a $ 5. Entonces todos hubieran salido a comprar y a los dos minutos lo bajaba a 4,80. Y ahí nadie más te compra dólares. Con reservas como las que hay, un tipo con cintura le podría hacer ganar fortunas al Central”, comentaba ofuscado un operador que pasó por varias.

El clima financiero se enrareció en los últimos días a una velocidad difícil de asimilar. Y que deja a la gente preguntándose qué pasó en una suerte de extraña resaca electoral. Con una política de dólar quieto en sus últimos estertores, los nuevos controles cambiarios no sólo niegan el fondo del problema –la disyuntiva que hoy se plantea de dejar que el dólar se ponga al día o atacar la inflación– sino que prometen exacerbar la ansiedad del público y el mismo apetito de dólares que se busca neutralizar.