Se profundiza la desconfianza en los mercados y el euro perfora u$s 1,30
La debilidad de la moneda europea sumó un nuevo capítulo de escepticismo por parte de los inversores que ven el acuerdo fiscal de la UE con pocas chances para frenar la crisis.
Las acciones estadounidenses cayeron ayer por tercer día consecutivo y tocaron su menor nivel en dos semanas ante la aversión al riesgo generalizada que hundió los precios de las materias primas y empujó al euro a un mínimo de 11 meses contra el dólar por debajo de u$s 1,30. Esta vez el Dow perdió 1,1% mientras que las bolsas europeas también clausuraron sus operaciones con retrocesos de hasta 3%.
Para analistas y brokers, en los mercados faltan señales. Y las que hay, parece, no sólo no alcanzan para proponer un piso en los precios de los activos cotizantes, sino que en los últimos días conspiraron seria y desafortunadamente contra ese objetivo. De fondo, el pesimismo tiene una razón: los inversores están desengañados porque el Banco Central Europeo no está comprando más bonos de países europeos con problemas, una jugada que era vista como un paso necesario luego de que líderes en la cumbre de la Unión Europea acordaran la semana pasada fortalecer la unidad fiscal del bloque. Ayer fue el turno de Italia, que se probó en los mercados financieros por primera vez desde el viernes.
El Tesoro italiano colocó el máximo de 3.000 millones de euros que ofrecía en bonos BTP a 5 años, con un rendimiento del 6,47 %, lo que supone un récord desde mayo de 1997. La caída del euro ha impactado en forma negativa en la evolución de las materias primas, ya que toman su valor en dólares y es la moneda estadounidense la que ha terminado apreciándose contra el euro.