Una relación muy despareja
El autor advierte que el debate a nivel local sobre el desarrollo de la agroindustria omite la necesidad de actuar en las negociaciones globales para la eliminación de los subsidios, justificados por la Política Agrícola Común de la Unión Europea por la supuesta existencia de un “deterioro de los términos del intercambio“.
Durante el último sexenio la sociedad argentina decidió ignorar, otra vez, la noción de que “la única verdad es la realidad”. Fue una de las pocas naciones en desarrollo que no se sumó a los tardíos pero racionales esfuerzos que comenzaron a instrumentar Brasil, Chile y otros gobiernos para revertir los serios daños económicos que se originaron en las últimas olas de revaluación monetaria, la que en algunos casos fue desatada por la “guerra de divisas” que originó la crisis financiera.
Hasta pocas semanas atrás la dirigencia política criolla no sólo apostaba con fe religiosa al “viento de cola”, sino que desconocía con igual fervor la importancia de entender y neutralizar las consecuencias externas de la crisis del campo y la de abortar cuanto antes la nueva versión de la plata dulce.