Los baches que deja la ley de tierras
Ley de tierras, a secas, no. Una ley de tierras debería integrar otras variables relacionadas, por ejemplo, con el uso que se hace de los suelos en este país alfombrado de soja (y fumigado) del centro para arriba.
Una norma sustanciosa debería contemplar los reclamos de tierra que encarnan miles de argentinos, a saber: campesinos pobres, pequeños chacareros, vecinos inmediatos de las mineras, pueblos originarios, trabajadores del interior que frente al arrinconamiento y la amenaza latente del hambre, más a menudo de lo que se ve, toman la decisión de emigrar a los centros urbanos para intentar una vida.
Por eso, no es una ley de tierras en sentido estricto . El jueves por la noche, en el Congreso, fue sancionada, casi sin debate, una norma que intentará ponerle cotas a las compras de hectáreas por parte de extranjeros. Se llegó a esto después de años de desmadres inmobiliarios, y es bueno que se legisle, pero se abren interrogantes.