Deterioro financiero y fiscal en un año con alto consumo
Continuó el crecimiento económico impulsado por el consumo, aunque con una tendencia a la desaceleración en actividades como la industria, y sin que se creara una cantidad significativa de puestos de trabajo que permitiera bajar el desempleo.
El resumen de lo ocurrido en 2011 en materia económica también indica que, con una expansión del gasto mayor que la de la recaudación, volvió el déficit financiero a las cuentas del sector público, con lo que se encienden luces de alerta en el sector fiscal, potenciadas por hechos como la baja del precio de las commodities -sobre todo de la soja, principal cultivo de exportación del país- que afectará el ingreso de divisas -en un contexto de salida de capitales- y la recaudación impositiva.
El intercambio comercial fue otra variable que mostró en el año un deterioro. Una de las claves, según los economistas, es la mayor necesidad de importación de recursos energéticos. El esquema de congelamiento tarifario de los últimos años en los servicios públicos fue la causal del alza de gasto por la vía de subsidios, a la vez que el tema afecta la estructura productiva y de consumo.
Los mercados financieros no quedaron al margen de la tendencia mundial a la baja y el Merval cayó más de un 30% en el año, medido en pesos, con resultados peores para el sector de los bancos. El dólar, pese a ser buscado una vez más y con fuerza como refugio de ahorristas, termina 2011 con una suba del 8,2 por ciento. Por eso, y según los especialistas en el sector, resultó en todo caso más atractiva la inversión en ladrillos, dada la suba del valor de las propiedades.