La crisis golpea de lleno a Francia con una ola de despidos
Peugeot recortará 8000 empleos; se sumarán varias empresas, con un total de 46.000.
La segunda fase de la crisis europea, señal de una recesión que se agrava, empezó ayer a mostrar sus fauces en Francia. PSA Peugeot-Citroën, el primer fabricante de automóviles del país, anunció el cierre de una planta en las afueras de la capital y la supresión de 8000 empleos, una cifra que representa casi el 10% de su fuerza laboral.
Ese anuncio, que electrizó a la clase política y desencadenó un vendaval de protestas sindicales, marcó el comienzo de una ola masiva de despidos, que en total afectará a cerca de 46.000 empleos en unas 50 empresas en las próximas semanas.
"No lo podemos aceptar. Esto es un tsunami para nuestro país. El Estado estudiará la estrategia practicada por Peugeot y exigirá lo que corresponda en defensa del interés de los trabajadores", advirtió Marisol Touraine, ministra de Asuntos Sociales.
Después de recordar que PSA Peugeot-Citroën recibió 4000 millones de euros de ayuda pública en los últimos años, Touraine dijo que "la empresa, como otros sectores industriales, demoraron los dramáticos anuncios durante el período electoral" a pedido del gobierno precedente. "Es obvio que hubo meses, tal vez años de inercia, de aceptación de fallas profundas y degradación industrial", insistió.