Con elegancia, Dilma objetó las trabas de Moreno

La presidenta brasileña pidió que el país evite "el desvío del comercio" en favor de socios no regionales.

29deNoviembrede2012a las08:56

Con toda la diplomacia de que es capaz un dirigente brasileño, Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, expuso delante de su par argentina, Cristina Kirchner, sus inquietudes sobre la relación bilateral. No lo hizo de modo directo: apenas aludió a las restricciones a la importación aplicadas por Guillermo Moreno, el único funcionario relevante del Gobierno que no estaba ayer en el Sofitel de Los Cardales, donde se clausuró la 18a. Conferencia Industrial Argentina.

Todo fue en medio de gestos de distinción y de ahí la elegancia del planteo brasileño. Moreno, por ejemplo, se había comunicado ya con José Ignacio de Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), para excusarse sobre su ausencia, que atribuyó a un viaje. Como reemplazo envió a Beatriz Paglieri, secretaria de Comercio Exterior, el faltazo más notorio de la apertura. Y lo invitó, ironías del pequeño internismo en que ha caído el cono sur, al seminario que organizará mañana en Tecnópolis con empresarios argentinos y brasileños. Lo que inicialmente se interpretaba en la UIA como foro competidor del de ayer.