Demasiado grandes para caer: Europa pone en duda la doctrina de salvar a los bancos y espanta a los mercados
Fue la receta que se aplicó en Chipre, donde se dejó caer a los bancos en problemas, al estilo Lehman. La bolsa de Madrid perdió ayer 1,84% e Italia, casi 1%. Atenas derrapó 4,9%.
¿Y si se empezara a cargar la culpa por asumir demasiado riesgo en los responsables directos en lugar de pagar la cuenta entre todos?
Cuando un negocio anda mal, normalmente se declara la quiebra y sus propietarios asumen el costo de su cierre y pagan las deudas. Menos en el caso de los bancos, que en esta crisis financiera internacional fueron rescatados uno tras otro por los distintos gobiernos con fondos aportados (ahora o en el futuro) por los contribuyentes. La honrosa excepción (o error tras la prueba) fue Lehman Brothers en septiembre de 2008 y ahora el Laïki Bank de Chipre, que sienta un precedente que comienza a preocupar a los depositantes del resto de la zona euro, porque de extenderse la medida, millones podrían perder sus depósitos no garantizados (por encima de los ¥100.000).
La inquietud crece tras las declaraciones del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, quien esta semana anunció que tal vez sería bueno aplicar el modelo de no rescatar más a los bancos en problemas y así evitar que el costo lo paguen los contribuyentes, lo que ha sido la regla hasta ahora.