Recrudece la violencia en Egipto y los muertos suman más de 600
El presidente de EE.UU. condenó la brutal represión a aliados de Mursi, el presidente islamista derrocado, y anunció la cancelación de ejercicios militares conjuntos
La violencia se reanudó ayer en Egipto con el incendio de un edificio y la muerte de nueve policías y militares, al día siguiente de que el Ejército arrasara con un campamento de manifestantes islamistas dejando más de 500 muertos.
Lejos de calmar los ánimos de los partidarios del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, los islamistas atacaron la sede gubernamental de la provincia de Giza, en las afueras de El Cairo, lo que causó la muerte de nueve policías y militares. El ministerio del Interior anunció su decisión de permitir que sus hombres usen balas reales contra cualquier persona que ataque bienes públicos o a las fuerzas del orden.
La comunidad internacional manifestó su repudio por los ataques del miércoles. El presidente estadounidense Barack Obama condenó enérgicamente la brutal represión contra manifestantes opositores y anunció la cancelación de ejercicios militares conjuntos entre su país y Egipto. Aunque omitió referirse a la ayuda de u$s 1.500 millones anuales que proporciona Estados Unidos a Egipto, principalmente al todopoderoso ejército egipcio.
A pesar de la violenta arremetida contra las acampadas de los pro Mursi, los Hermanos Musulmanes, movimiento del que procede Mohamed Mursi, convocaron nuevas manifestaciones.
Después de la mortífera dispersión de los manifestantes el miércoles, imágenes aéreas filmadas en la noche mostraban el campamento de los partidarios de Mursi en la plaza Rabaa al Adawiya presa de las llamas.