Uruguay rechazó el ultimátum de la Argentina y ahora redobla la apuesta
Montevideo criticó en duros términos la actitud de la administración kirchnerista y propuso hacer controles de impacto ambiental en ambas márgenes del río Uruguay
Uruguay rechazó ayer en duros términos el últimátum de la Argentina por el conflicto de la pastera UPM (ex Botnia) y redobló la apuesta al plantear una reforma al Estatuto del Río Uruguay para aumentar los controles de impacto ambiental en la zona, pero con lo que ocurre de ambas márgenes.
El gobierno de José Mujica acusó a la Argentina de utilizar chicanas diplomáticas para dilatar las negociaciones y perjudicar a Uruguay; aseguró que su actuación fue ajustada al estatuto que rige los controles del río Uruguay y manifestó "de manera enfática" que los resultados de "los análisis del monitoreo conjunto" sobre el impacto ambiental "demuestran sin ambigüedades que la Planta Orión de UPM no contamina".
La administración uruguaya utilizó más de 2100 palabras para responder con firmeza al ultimátum dado el martes por el canciller Héctor Timerman.
La carta con el rechazo fue firmada por el canciller Luis Almagro y entregada al embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, ayer al mediodía, y luego fue hecha pública por la Presidencia de la República.
Uruguay dijo que la Delegación Argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) estuvo "realizando sucesivos pedidos de información cuyo efecto no fue otro que obstaculizar el transcurso de los plazos previstos en las mencionadas normas, los que resultan de imperativo cumplimiento".