El acuerdo fiscal en EE.UU. no aleja el temor mundial a una nueva crisis
El FMI pidió a Washington que reduzca la incertidumbre con un pacto a más largo plazo; para Obama, el cierre de la administración provocó al país "un daño innecesario"

Pese al alivio mundial por el acuerdo alcanzado en Washington para evitar un default, la comunidad internacional expresó su preocupación por la crisis fiscal que vive Estados Unidos, donde la batalla presupuestaria todavía no ha concluido y podría volver a estallar a principios de 2014.
Para el presidente Barack Obama, la parálisis administrativa le provocó "un daño innecesario" al país.
El acuerdo aprobado anteanoche por el Congreso estadounidense, horas antes de que el gobierno llegara a su límite de endeudamiento de 16,7 billones de dólares, sólo permite al Tesoro endeudarse hasta el 7 de febrero y financiar el gasto federal hasta el 15 de enero.
El enfrentamiento entre republicanos y demócratas estremeció los mercados globales y amenazó la reputación del Tesoro norteamericano como lugar seguro, tanto para gobiernos como para inversionistas a la hora de depositar sus fondos en las reservas del país.
Aunque pocos expertos preveían la posibilidad de una suspensión de pagos, algunos inversionistas comunicaron al Tesoro estadounidense sus temores ante posibles retrasos de los pagos y dejaron de comprar acciones que podrían quedar expuestas a una contracción económica de la primera potencia del planeta.
Ese temor quedó expresado por la propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien ayer recibió complacida el acuerdo suscrito por el Congreso, pero resaltó que la endeble economía estadounidense necesita finanzas más estables a largo plazo. "Sería esencial reducir la incertidumbre que rodea la política fiscal mediante la elevación del techo de la deuda de forma más duradera", dijo Lagarde, en una declaración que apunto a las repetidas crisis políticas en Washington por el límite de endeudamiento.