El que pone la carne gana
Con la liquidación de animales y menos toneladas exportadas, los precios de la carne al consumidor están prácticamente quietos: la suba interanual, según el relevamiento de este diario, es de apenas 2,7 por ciento.

Cuando el precio de la carne comenzó la escalada hasta alcanzar los 60 pesos –en el caso de los cortes más caros– a comienzos de 2012, el consumo se vino abajo. Varió la ecuación de la mesa de los argentinos: menos carne vacuna y más pollo y pastas. De los 69,4 kilos de carne consumida por habitante en 2009, se pasó en 2011 a 54,9 kilos.
Luego, de la mano de la estabilización de precios –aunque con la industria devastada–, el consumo comenzó a recuperarse. Este año, el promedio móvil se sitúa en 62,2 kilos promedio por habitante, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).