Regularizar la deuda en default tendrá un alto costo financiero para la Argentina
La decisión del Gobierno de avanzar en el arreglo de la deuda en default generará un mayor costo financiero al país, pero no atraerá más inversiones si no es acompañada con medidas integrales para bajar la inflación y ofrecer mayor seguridad jurídica.
Así lo señalaron economistas consultados por LA NACION en relación con las gestiones del Gobierno para pagar los laudos del Ciadi, promover un arreglo con los holdouts , negociar con el FMI un nuevo índice de inflación y, eventualmente, pagarle al Club de París.
Un informe de BCeconomics advirtió que, si se normalizaran los pasivos pendientes, "la deuda total pasaría de US$ 198.033 millones a US$ 237.500 millones [casi un 20% más] y en términos del PBI representaría un ratio de 71% (contra 53% en la actualidad)".
"La situación se extrema en los dos próximos años (sobre todo 2015), con complicaciones desde el punto de vista de los servicios de la deuda. Encauzar el problema de la deuda implicaría mayores presiones fiscales y de balanza de pagos, en un contexto internacional que se presentará menos favorable en el mediano plazo", indica el informe. "Para lograrlo -sostuvo la consultora que dirige Fernando Baer-, claramente la política económica debe ser distinta."
Luego, el informe señala que "la política de desendeudamiento no es tal: en marzo de 2003 la deuda total ascendía a US$ 145.504 millones, mientras que en la actualidad, como se lo mencionó, roza los US$ 200.000 millones". De todos modos, en general la medida válida para medir la evolución de la deuda es en su relación con el PBI.