El déficit energético rozó los US$ 6000 millones en los primeros 10 meses del año
Las compras de combustibles y autos explican la mayor parte del alza de las importaciones; prevén un saldo comercial total menor al esperado por el Gobierno.

La crisis energética no deja de causar estragos en las cuentas externas de la Argentina. En el acumulado de enero a octubre, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de combustibles arroja un saldo negativo de 5792 millones de dólares. Esa es una de las principales causas para que, cuando finalice 2013, el superávit comercial no alcance (según las previsiones privadas y los resultados oficiales para lo que va del año) el objetivo de US$ 10.000 millones que el Gobierno se había planteado en su afán por frenar la caída de las reservas.
El mes pasado, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las importaciones de combustibles y lubricantes treparon a US$ 664 millones, 36% más que en octubre de 2012, mientras que las exportaciones de combustibles y energía cayeron 25% (de 599 a 448 millones de dólares). En el acumulado de los primeros 10 meses del año las importaciones energéticas registraron un crecimiento de 26%, mientras que las exportaciones se desplomaron 22 por ciento.
La evolución del balance energético en los últimos años muestra una tendencia preocupante. Hasta 2010, según el Indec, la Argentina mantuvo un saldo positivo entre exportaciones e importaciones de energía, siempre considerando el período de enero a octubre (ver infografía). En 2011, el saldo negativo fue de US$ 2811 millones y en 2012 se redujo a 2407 millones. Sin embargo, el rojo registrado en los primeros diez meses de 2013 es US$ 3385 millones mayor que el déficit del mismo período del año anterior.