Tasas calientes, mercados en alza
La Fed sorprendió al activar el plan de reducción en los estímulos económicos. Para sorpresa de muchos, los mercados reaccionaron favorablemente impulsando las cotizaciones de Wall Street a nuevos máximos históricos.
Cuando el año parecía encaminarse sin sobresaltos hacia un cierre de relativa calma, al menos en lo que respecta al plano internacional, la Fed sorprendió al activar el plan de reducción en los estímulos económicos. Para sorpresa de muchos, los mercados reaccionaron favorablemente impulsando las cotizaciones de Wall Street a nuevos máximos históricos. En el mercado local, los temas de atención pasan por las tasas de interés y el esperado regreso del “dólar bolsa”.
Los interrogantes de cómo y cuándo la Reserva Federal de los Estados Unidos pondría un freno a las inyecciones mensuales de liquidez a los mercados financieros fueron la “ballena blanca” de los operadores desde las primeras insinuaciones por parte de los referentes de política monetaria hacia fines de mayo. Finalmente, en la última reunión del año se ejecutó la movida: un recorte de 10.000 millones de dólares en el monto destinado a la compra de bonos del tesoro y títulos hipotecarios.
Lejos de ser un disparador de caídas en los mercados, la noticia fue interpretada como un paso medido y paulatino en la salida de una política expansiva que tuvo impacto favorable en la economía estadounidense, impulsando la creación de empleo y el crecimiento del producto. Adicionalmente, la entidad se comprometió a sostener los niveles mínimos en la tasa de interés de referencia y a retomar las inyecciones monetarias en caso de resultar necesario. Esto alejó temores de una drástica poda en las políticas de estímulo y llenó de confianza a los mercados, allanando el camino para despedir el año con nuevos récords para el índice Dow Jones (que tuvo un cierre semanal por sobre el nivel de 16.200 puntos).
Más allá de la reacción positiva de los mercados accionarios, la novedad alcanzó también la cotización de divisas – con un fortalecimiento generalizado del dólar respecto de otras monedas como es el caso del Euro o del Yen – a la vez que presionó a la baja el precio de activos como el oro, que alcanzó mínimos de seis meses tras conocerse la decisión de la autoridad monetaria estadounidense.