La Argentina se convirtió en el país con mayor presión tributaria de América latina
Según cifras oficiales, la Argentina tenía a fines de 2012 una presión tributaria de 37,3%, frente al promedio de 20,7% de América latina y de 34,1% de los países de la OCDE.
Argentina logró estar, por fin, al tope de un ranking internacional, aunque no precisamente positivo: alcanzó la mayor presión tributaria de América latina, por encima incluso de los países más desarrollados. Y, encima, conserva una importante estructura regresiva, con el mayor peso de la recaudación sobre los impuestos que paga toda la población, pese a la retórica del Gobierno, que reitera en forma permanente el presunto carácter progresivo de la recaudación.
Así lo revela un estudio conocido ayer de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), que ahora preside el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Según cifras oficiales, la Argentina tenía a fines de 2012 una presión tributaria de 37,3%, frente al promedio de 20,7% de América latina y de 34,1% de los países de la OCDE. El dato llama más la atención si se observa la evolución histórica: en 1990 el cobro de impuestos en el país era de 16,1% del PBI y de 20,1% en la crisis de 2001.
Los tributaristas estimaron, además, que, a fines de 2013, esa presión impositiva finalizó en el 40% del PBI, sin un correlato en la mejora de las prestaciones básicas del Estado hacia los contribuyentes.
Este aumento de 20 puntos desde la última crisis fue el mayor en la región. Segundo, se ubicó Brasil, con 36,3%, también por encima del promedio de la OCDE; del otro lado de la tabla quedaron Guatemala (12,3%) y República Dominicana (13,5 por ciento).