Uruguay busca exportar a la Unión Europea carne ovina con hueso
El corral de aislamiento de ovinos "es el camino para derribar el mito de que un país libre de fiebre aftosa con vacunación no puede exportar carne con hueso a uno libre", aseguró el director de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio.
Con el apoyo del sector privado, la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca ya comenzó a trabajar en el armado del aislamiento o compartimento de ovinos, convencida de que esta herramienta impulsada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), es la salida para poder entrar con cortes ovinos con hueso en la Unión Europea e Israel.
El bloque comercial es el comprador de los cortes de mayor valor (lomos y piernas), pero van desosados, lo que genera mayores costos para la industria frigorífica exportadora. Ingresar con hueso, permitirá, además, entrar en el segmento de cortes de mayor valor y favorecerá la competencia con la carne ovina australiana y neocelandesa.
"El compartimento es el camino que Uruguay tiene que seguir para derribar el mito de que un país que esté libre de fiebre aftosa con vacunación no puede exportar carne ovina con hueso a un país libre", aseguró el director general de los Servicios Ganaderos (MGAP), Francisco Muzio a El País.
El trabajo para poner en marcha esta iniciativa ya comenzó. "Se hará en un pedazo del campo experimental Alberto Gallinal, ubicado en Cerro Colorado y perteneciente al Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL)", explicó el jerarca.
La idea es hacer dos engordes de corderos por año.
Si bien Uruguay no vacuna los ovinos contra la fiebre aftosa -sólo se aplica la vacunación en los bovinos- y por más que se haya demostrado que no hay circulación viral, los corderos del aislamiento no estarán en contacto con animales vacunados. "Se demostrará mediante sueros (sangrados) que esos corderos no tienen anticuerpos de fiebre aftosa. De ese modo, se darán las mayores garantías a los mercados", explicó Muzio.