Por la inflación, cada día se pueden comprar menos cosas con el billete de 100 pesos
Pese a ser el de mayor nominación, pierde poder adquisitivo en consumos clásicos argentinos y se convirtió en el más depreciado de sus pares de la región.
El billete de más alto valor de la Argentina ya no alcanza ni para comprar un CD. Tras el aumento que sufrieron los discos y los libros en las últimas semanas, Bohemio, el flamante lanzamiento de Andrés Calamaro, cuesta 101 pesos, con lo cual el billete que lleva la cara de Julio Argentino Roca necesita compañía a la hora de pasar por caja.
El de la música y los libros no es un caso aislado y, a medida que avanza la inflación y se generalizan los aumentos de precios, el billete de 100 pesos va perdiendo poder de compra y se muestra cada vez menos efectivo en el momento de adquirir bienes y servicios. La lista de "inalcanzables" para los billetes de Roca o de Eva Perón incluye desde alimentos populares, como una docena de empanadas -en Morita cada empanada cuesta 9,50 pesos y en El Noble llega a los 10 pesos- hasta salidas más clásicas como el cine, ya que el precio de dos entradas no baja de los 120 pesos, excepto para los miércoles.
Para los helados, el límite que significaban los cien pesos ya se había cruzado en el verano pasado y hoy en las cadenas premium el kilo supera los 130, aunque la mayoría de las empresas ofrece descuentos con determinados medios de pago o propuestas como el 2x1, que comenzó tímidamente para los martes o miércoles y en el último tiempo se generalizó a cada vez más días de la semana.
En el supermercado, una góndola prohibitiva para "el Roca" es la de los quesos. El kilo de provoleta ya cotiza por encima de los 140 pesos, al igual que el reggianito, mientras que el queso en hebras no baja de los 120.