A pesar de la devaluación, las exportaciones siguen estancadas

Las ventas agrícolas apenas subirán y el comercio de productos industriales caerá empujado por la menor demanda.

A pesar de la devaluación, las exportaciones siguen estancadas
21deAbrilde2014a las08:37

En la historia económica, la devaluación de la moneda no siempre supone una mejora de la competitividad. La Argentina es una muestra de esto: pese a que el Gobierno aumentó el tipo de cambio 23% en enero, las exportaciones siguen estancadas: las previsiones indican que –por tercer año consecutivo– rondarán los US$80.000 millones. Los analistas señalan que, salvo algún caso puntual de productos regionales, para el resto de la canasta exportadora la devaluación pasó sin dejar marca.

La problemática de las exportaciones argentinas va más allá del nivel del dólar. El diagnóstico incluye la “sojadependencia”, la falta de inversiones, la concentración de mercados y la ausencia de acuerdos comerciales consistentes.

El año pasado, las ventas externas sumaron US$83.000 millones. La estimación del Banco Ciudad es que las exportaciones crecerían un 1% en 2014, aportando US$830 millones al saldo comercial, que totalizaría los US$12.000 millones. El pronóstico de abeceb.com es más negativo: llegarán a US$81.500 millones, 2 puntos porcentuales por debajo del resultado de 2013, con un superávit en torno a los US$9.000 millones. Para Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, las exportaciones alcanzarán el mismo nivel del año pasado, con un saldo favorable de US$12.000 millones, consecuencia de las restricciones a las importaciones y de la menor demanda del mercado por la caída en la actividad económica.

Mauricio Claverí, de abeceb.com, sostiene que en los últimos años, las exportaciones “han tendido ha concentrarse y depender del complejo oleaginoso, de los cereales, del sector automotriz y, en menor medida, del biodiésel y la minería”. El resto de los productos tiene como único destino al mercado regional. “Pero han ido perdiendo competitividad no sólo por el tipo de cambio, sino por la creciente inserción de otros mercados en la región, como China, que ganó participación y preferencias arancelarias. Es un panorama común que comparten otras economías cercanas, como Brasil. Se concentran cada vez más en commodities porque no pueden competir contra la industria asiática”.