La Bolsa de Rosario pidió no limitar las potencialidades productivas

El presidente de la BCR dio inicio formal a la comercialización de la soja 2013/14 con un discurso augurante para Argentina por sus potencialidades productivas.

El presidente de la BCR se refirió a la actual cosecha de soja que constituirá un nuevo récord.

El presidente de la BCR se refirió a la actual cosecha de soja que constituirá un nuevo récord.

26deAbrilde2014a las08:13

Con un discurso augurante para Argentina por sus potencialidades productivas -que podrían alcanzar 120 millones de toneladas de granos en los próximos años- pero apelando a la instrumentación de medidas concretas que permitan al país seguir creciendo, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Raúl Meroi, dio inicio formal a la comercialización de soja de la campaña 2013/14 durante el clásico remate del primer lote que tuvo lugar este viernes al mediodía en la entidad.

El acto contó con la presencia del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la intendenta de la Municipalidad de Rosario, Mónica Fein, el subsecretario de Agricultura de la Nación, Marcelo Yasky, el subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías, Oscar Solís, ministros provinciales y secretarios municipales, legisladores nacionales y provinciales, concejales de Rosario, intendentes y presidentes comunales de localidades de la región, autoridades y representantes de entidades privadas.

Durante su discurso, el presidente de la BCR se refirió a la actual cosecha de soja que constituirá un nuevo récord, subrayando que  “los 55 millones de toneladas que posiblemente se obtendrán, revalidarán el posicionamiento de la Argentina como productor y exportador de primera magnitud en el mercado mundial”.

Sin embargo, Meroi fue objetivo al sostener que este escenario evidencia una excesiva concentración en pocos cultivos que conspira contra el nivel de sustentabilidad y deseable rotación de cultivos. Y señaló como motivo a la falta de confianza del productor respecto de las condiciones de comercialización, principalmente del trigo y maíz. “Esta desconfianza deriva de las malas experiencias que durante los últimos años enfrentaron los mercados de estos cereales, resultantes de las aperturas y cierres intempestivos de los registros de exportación y de las limitaciones en los plazos de las ventas al exterior”.