Productores lecheros ante la arbitrariedad oficial
Golpeada por las excesivas lluvias, la actividad tambera se ha visto una vez más sometida a decisiones arbitrarias del Gobierno Nacional.
|Golpeada por las excesivas lluvias, la actividad tambera se ha visto una vez más sometida a decisiones arbitrarias del Gobierno Nacional. Las entidades de productores a pocos días de mantener reuniones en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, siendo recibidos por el Ministro Carlos Casaquimela y por el Subsecretario Arturo Videla con sus equipos técnicos, sufrieron el impacto de una insólita decisión del Secretario de Comercio de fijar un techo de $ 3 al valor que paga la industria por la materia prima.
La reacción de los productores no se hizo esperar y a través de comunicados las distintas organizaciones expresaron su rechazo por la unilateral, absurda e irritante decisión. También quedaron desacreditados todos los funcionarios del MINAGRI que venían manteniendo diálogos para avanzar en distintos temas que contienen reclamos de larga data por parte de los productores.
En un rápido análisis no se puede descartar que una vez más ha funcionado un marco de lobbies y y complicidades que hacen retroceder a la lechería nacional como importante sector productivo. Se dijo que el insistente pedido de algunas industrias líderes, caso Serenísima, solicitando autorización para aumentar el valor de productos con “precios cuidados”, además de quejarse que tienen que aumentarles el valor a los productores, fueron determinantes para que el Secretario Costa, sucesor de Moreno, decidiera una medida que va en contra de toda lógica.
Un integrante de una Mesa de Lechería en franco sinceramiento reflexionó ante Nuestro Agro: “estamos sometidos a una gran mentira, nos invitan al diálogo, a buscar consensos, a que produzcamos más, pero finalmente nuestra sensación es que nos ponen ante una gran farsa, la conclusión es que en el fondo, hay actores que no quieren que se ordene la lechería nacional, estos anuncios son una burla para un sector tremendamente castigado por las inclemencias del clima”.