Argentina quedó a siete días del default
El juez le ordenó al Gobierno seguir negociando con los holdouts a través del mediador, Daniel Pollack, para resolver el conflicto.
Fueron poco más de dos duras horas de audiencia, en las que el juez Thomas Griesa repasó la pelea de más de diez años por la deuda en cesación de pagos y ordenó negociar sin respiro para evitar que todo vuelva donde comenzó: un default de la Argentina.
Ocho días antes del fin del plazo para afrontar el último vencimiento de la deuda, Griesa instruyó a la Argentina y a los fondos buitre, NML y Aurelius Capital, a que negocien "continuamente hasta alcanzar un acuerdo" para zanjar su larga disputa y evitar una nueva cesación de pagos. "El tiempo es corto", dijo. "Debemos hacer todo lo que podamos."
El juez no accedió al pedido de la Argentina para que dictara una medida cautelar y suspendiera su mandato judicial, que congela los pagos a los acreedores a menos que se les pague también a los litigantes, con quienes el Gobierno ha logrado escasos avances hasta ahora.
Iba a dar por terminada la audiencia sin siquiera hacer mención a ese pedido, cuando Jonathan Blackman, principal abogado de la Argentina, que había escuchado sentado durante casi dos horas, pidió la palabra. Griesa accedió, Blackman se puso de pie detrás de un atril e intentó convencerlo por última vez: "Estamos en una situación en la que la República enfrenta el riesgo inminente de un default".
El abogado buscó sin éxito un paraguas legal para "pasar el año" y evitar una avalancha de juicios por la cláusula RUFO, que está incluida en los bonos del canje y les permitiría a todos los acreedores del país exigir el mismo acuerdo que obtengan los fondos buitre. Expira el 31 de diciembre.
Blackman resumió el escrito que había presentado un día antes. Una medida cautelar (o stay), dijo, facilitaría esa negociación, puesto que intentar un acuerdo en una semana era "improbable, sino imposible". "No se puede hacer para fin de este mes".
Griesa lo mandó a negociar con NML. Todos los puntos que había enumerado, le dijo, podían resolverse con Daniel Pollack, el intermediario designado por el juez, presente en la audiencia. Pollack recibirá hoy a representantes del Gobierno y de los litigantes. "En mi visión -respondió-, cada problema que ha mencionado es susceptible de ser atendido de alguna manera en un acuerdo, y no será un acuerdo de un párrafo, puede tener que lidiar con problemas únicos y conflictos, pero si no se hace habrá un default. Y eso es lo peor. Yo no quiero que eso suceda. La gente saldrá perjudicada con eso, no buitres, sino gente real."