Continúa cayendo la venta de naftas y gasoil

En julio bajó 10% el despacho de nafta premium y 2,6% el de súper; la menor demanda haría bajar la importación de energía.

Continúa cayendo la venta de naftas y gasoil
26deSeptiembrede2014a las07:56

La inflación y la recesión se colaron en las decisiones de los automovilistas. La demanda de combustibles, un rubro que durante el kirchnerismo se mantuvo casi siempre en aumento y dio impulso a las importaciones energéticas, volvió a bajar en julio y acentuó una tendencia que había comenzado a insinuarse en la primera parte del año. Así, lo que era una sorpresa en febrero hoy es una confirmación: por primera vez en más de seis años, las estaciones de servicio atraviesan un período sostenido de caída en las ventas, que comenzó en el segundo mes del año y llegó, según los últimos números disponibles, al menos hasta julio.

Según cifras del sector privado, la nafta premium fue la que más sintió el enfriamiento de la actividad y de las remarcaciones en las pizarras, con una caída mayor al 10% en las ventas en julio.

Para los especialistas, se trata de un cambio en la elección de los conductores orientado más por la necesidad que por el gusto. Cuando los bolsillos estaban más dulces y la diferencia de precios entre ese combustible y la súper era menor, una parte de la demanda se orientó hacia la nafta más cara. Pero volvió sobre sus pasos en los últimos meses.

"La caída de la demanda de combustibles es un fenómeno claro en los últimos tres meses. Está relacionado con la menor actividad y el ingreso. En este contexto, los incrementos de precios que combinan devaluación con inflación contribuyen a la disminución del consumo. Se da la paradoja de que disminuyendo la producción doméstica de hidrocarburos también disminuyen las importaciones", dijo el ex secretario de Energía Jorge Lapeña.

En julio de 2013, la premium de YPF (suele tener los precios más bajos del mercado) en la ciudad de Buenos Aires costaba $ 8,999 el litro, 11% más que la súper. Un año más tarde, la nafta más cara llegó a $ 12,89 y estiró la brecha hasta el 12,5 por ciento. Aun así, los conductores en general ajustaron el bolsillo, dado que la súper, el combustible más identificado con la clase media, también anotó una caída de 1,4 por ciento en julio.